martes, 16 de diciembre de 2008

Robert Urgoite

Denunciación Heteroista.
Puñado: olvidos olvidados.


Es necesario que aprendamos a escuchar el silenciamiento. Quizás nuestro problema esconde secretos en nuestra forma de recordar. ¿Por qué Fray Bentos se resiste a sus necesidades?, ¿hemos podido alguna vez comprobar lo necesario y lo accesorio? ¿Qué lecciones han orientado nuestro naufragio? ¿Cuál es nuestro lugar y nuestro tiempo? Acostumbramos respetar los trazos de repeticiones que generan mono-modelos naturalizadores de desintegración colectiva. No podemos querer a los que mandan, a los que poseen, esto nos hace malos soñadores. Nuestra disposición es crítica si seguimos encandilados frente a las motos, los autos y los uniformes. La naturalización del engaño ante a nuestras necesidades es un síntoma de nuestro descompromiso como comunidad. Falta conciencia sobre nuestras carencias. Falta “nuestro”. Falta tiempo de trabajo. Falta conocer argumentos que expliquen, faltan explicaciones de lo diverso y diversas explicaciones. Pensemos sobre nuestra forma de escoger. Cómo tramitamos nuestras diferencias históricas, qué lugar tiene el que no tiene plata. Satisfacer no es lo mismo que llenar. Quizás deberíamos darnos más oportunidades, dedicarnos, ocuparnos de nuestro destino, así esas mismidades que descansan sobre la farsa ya no tendrán farándula que le dé jugo. También deberíamos saber un poco más de nuestros amos. Conocer sobre métodos industriales de educación moderna, la civilización, la insensibilidad, la disciplina, revisar un poco más nuestras costumbres, nuestras legalizaciones, nuestras ilegalidades ¿quién nos enseñó a sentarnos alrededor de la mesa? ¿Dónde aprendimos sobre la importancia del reloj? ¿Creemos lo que decimos? ¿Hacemos lo que pensamos? ¿Cómo decimos? Si la mediocridad es el eje, fracasamos arbitrariamente representando la subjetividad de lo que no pudo ser, marcando nuestra cotidianidad por la frustración y el fracaso, si seguimos predicando victoria, seguiremos cultivando desierto, mientras tanto, nuestras capacidades sociales seguirán debilitándose y se borraran nuestros códigos, perdemos nuestro tiempo si nos olvidamos de nuestras evidencias. Nos condenamos a una experiencia precaria si continuamos soñando clandestinos. Extranjeros en nuestra tierra nos avergonzamos de nuestra miseria como culpables prefabricados. Fomentamos un medio uterino de supervivencia sin identidad, sin masticar. Seguiremos obligaciones con culpa y vergüenza, ilusionándonos con respetar límites innecesarios, solo nos permitimos automatizar normas de seguridad para cuidarnos de nuestros miedos. Necesitamos liberar nuestra fe de los números y reaprender a valorar la vida. Debemos transformar la cultura en un método de integración capaz de trazar realidad creíble. Debemos borrar la figura del enemigo y el gusto por lo fácil, discriminar lo genuino de la basura. Necesitamos aprender de lo que odiamos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece un expocicion exelente de lo que es este fray bentos, y creo que la mayoria del Uruguay.
El tema de los enemigos es un complemento, todo en la vida esta formado por complementos hay que saber articular las fichas creo que lo que mata es la indiferencia por simple y sin fundamentos que sea

Anónimo dijo...

UN,Muy buen, punto de vista.
Salud