martes, 23 de diciembre de 2008

Matías Miñán

Heteroismo: diferentes pero iguales.

El problema de la desigualdad no es ajeno a nuestra ciudad. EL barrio Jardín y “las canteras”, están cada vez más lejos, más distantes. Norte y sur en una misma ciudad. El 40% de la población en nuestro departamento vive por debajo de la línea de pobreza. Pobre es aquel que no tiene un ingreso mensual determinado ($4.400) y/o no tiene las necesidades básicas satisfechas. Tenemos un índice elevado de “asentamientos irregulares”. Es decir, gente que no tiene una vivienda digna y que vive como animales, en condiciones infrahumanas. La sangría de jóvenes es cada vez mas preocupante, se van a trabajar o a estudiar y no vuelven más. Los datos demográficos así lo determinan. Somos el departamento con la mayor tasa de desocupación del país (14%, más o menos). Todos estos datos son “objetivos” la ciencia ha podido medir la realidad de nuestro departamento y los resultados, como verán, no son para nada alentadores. Son algunos indicadores económicos y sociales de la ciudad (Fray Bentos) que alberga a la mayor inversión en la historia del país (Botnia). Lo peor de todo es que el PBI (Producto Bruto Interno) de nuestro departamento, es el que más ha crecido a nivel nacional, nos ubicamos en el sexto lugar después de cinco departamentos que son los más ricos a nivel nacional pero que en cuanto a pobreza están ubicados en los primeros lugares del país. Por lo que, somos los más pobres (después de Artigas) y uno de los más ricos (después de Montevideo, Colonia, Maldonado, Florida, Flores), a la vez. Aunque le parezca mentira en nuestro departamento aumenta la riqueza (pero se la llevan) y aumenta la miseria. Los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres. La historia vuelve a repetirse… dice un tango. ¿Graves problemas de desigualdad?, ¿en Fray Bentos?, ¿en Río Negro?, sí. Botnia no es el Anglo, empecemos por ahí. Botnia no es Greenpeace, empecemos también por ahí. Las tierras no son nuestras, están siendo vendidas al extranjero. Los boliches cierran, abren los supermercados. En el mercado el más grande se come al más chico. Hablen con los gurises que trabajan en los supermercados y pregúntenle cuanto ganan y cuanto tiempo le sacan de su vida, y si están contentos por el gran futuro que les ofrece la ciudad. Por el “progreso” de la ciudad según unas pancartas de hace dos años. El progresismo deberá definir qué se considera como “progreso”. El 25% de los jóvenes entre 18 y 24 años no tiene trabajo en este país, el 20% de los jóvenes entre 26 y 30 años no tienen trabajo en este país y no porque sean vagos sino porque no hay trabajo. En Fray Bentos, el pobre, el de menores recursos o si ustedes quieren el de menores oportunidades, el pobre, tiene que agarrar para el cuartel, la comisaría o la escuela. Esas son las grandes oportunidades que le dan ¡a la juventud! Vivimos entonces en una igualdad simbólica y en una desigualdad real.

Hacer en nuestra cultura no significa necesariamente hacer, significa “mostrar que se hace” hacer “como si se hiciera”. En otras palabras “convencer”. (Castro, Eduardo. “Algunos obstáculos para el desarrollo de la democracia en el Cono Sur”, del libro “Ciudadanía y Democracia en el Cono Sur”, 1997, editorial trazas, págs 95-106). Es decir, los políticos hacen como si cambiaran la realidad de la gente a través de discursos, palabras mágicas, apelaciones a la Constitución de la República que hablan sobre la igualdad pero la realidad material-concreta marca que la situación no ha cambiado en nada, ha empeorado. Las palabras sustituyen a los hechos, es decir, que muchas veces esa realidad simbólica “hacer como si se hiciera que se hace” sustituye a la realidad material-concreta en donde uno puede ver según los números que la realidad no ha cambiado en nada. Nuestra misión es poder diferenciar estos dos mundos de la realidad, para no caer en conclusiones equivocadas sobre el impacto socio económico de las plantas de celulosa en nuestra ciudad. Porque somos los responsables de decirle al país cuales son los efectos positivos y negativos que tiene este nuevo modelo de desarrollo económico y social implantado en nuestro país. El intelectual brasilero al que hacía alusión más arriba señala que “la igualdad se refiere a un prerrequisito inherente a nuestra condición humana y no es consecuencia de un acto de simulación para mantener idénticas las apariencias y encubrir los privilegios y las marginaciones” (Castro, Eduardo. “Algunos obstáculos para el desarrollo de la democracia en el Cono Sur”, del libro “Ciudadanía y Democracia en el Cono Sur”, 1997, editorial trazas, págs 95-106). Con todos estos problemas es evidente que “Fray Bentos ya no es el mismo que antes”, a pesar de que algunas costumbres se sigan manteniendo con mayor intensidad los fines de semana y que permitan tener tema de conversación y le den un poco de sentido a muchas vidas. Me refiero en este sentido a la crítica que realiza José Jorge, en uno de sus artículos, a un semanario local “La fraybentina” que toma como criterio el transcurrir de motos y autos los domingos en la rambla para concluir que estamos mejor que antes, (en el mencionado artículo hay un enlace que lleva al semanario). Hay que ver de qué manera, en este diario, se construye un discurso en nuestro medio que busca legitimar la realidad actual en base a determinados intereses. Por lo que finalizo diciendo que: el subdesarrollo es económico pero también es social y cultural por lo que el “progreso” no solo es crecer económicamente, también se necesita desarrollarse social y culturalmente. Hay que pensar en que: los derechos sociales ( que deberían de cumplirse) deben extenderse a derechos culturales; se necesita redistribuir la riqueza, disminuir el número de pobres y de asentamientos irregulares, mejorar algunos sueldos, hablar e ir haciendo, descentralizar cursos de la Universidad de la República, que todo el mundo tenga mas o menos las mismas oportunidades en el arranque de la vida y que después la cosa dependa de la capacidad y la virtud de cada uno, pero el comienzo (vivienda, comida, salud y educación) tiene que ser más o menos parejo para todos. En una República un principio básico es (desde Platón hasta nuestros gauchos orientales) que ¡naide es más que naide! En esto no pueden haber divisas que nos separen esto tiene que ser un problema de país. Los discursos que buscan justificar determinada realidad para su provecho disfrazándola son los discursos que debemos develar “sacarle el velo”, para encontrar la verdad que es una realidad de carácter ínter subjetivo. La realidad del departamento hoy tiene mas de una interpretación, la que se presenta en este blog es una de ellas y busca discutir combatiendo mensajes hegemónicos que tienden a ver otra realidad fundamentada por muy pocos elementos científicos sino que mas bien resultan ser discursos ideológicos dominantes de un contexto determinado, con intereses económicos determinados. Es necesario, por lo tanto, dialogar y discutir, no existen verdades absolutas, “la verdad ni siquiera está en los objetos está en ponernos de acuerdo con el que está al lado nuestro” (Gianni Vattimo, Paraninfo de la Universidad de la República, 21/11/2008).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusto mucho, es un articulo muy preciso y por demas pertinente. Inspira un analisis muy profundo sobre las evidencias (lo que no requiere demostración).No todo es lo que parece, cuidado con las luces. Un abrazo.
Robert