jueves, 23 de abril de 2009

MATIAS MIÑÁN

“Carnaval mal enterrado dura todo el año”, dijo Muyinga.

“Que lástima me dio ver en el Parlamento como se le regalaba a los legisladores una foto trucada de Fray Bentos, habiendo tantos fotógrafos buenos en nuestra ciudad” Fernanda Viera, periodista local, después de participar en la celebración por los 150 años de Fray Bentos en el Palacio Legislativo. (FACE book).


1) Cuando se pone desde la IMRN mayor presupuesto y énfasis en la organización de la celebración por los 150 años de Fray Bentos (o en el espectáculo “Yo Canto”) por encima del Carnaval 2009 “¿quien selecciona, qué selecciona y por qué selecciona lo que selecciona?” (Luis Mardones), o de otro modo ¿cuánto se ha gastado, dónde se ha gastado y quién decidió cómo y en qué se gastó? Esas son las preguntas fundamentales dirigidas hacia la Dirección de Cultura y hacia la IMRN en los festejos organizados y en los que no se organizaron.

2) Si tenemos en cuenta que desde el juego político se busca “monopolizar una manera de hacer ver y hacer creer” una situación determinada, se termina siendo funcional a un contexto, discurso y festejo legitimando una trama social, económica y cultural sin ningún tipo de reflexión y con un exceso de amor que al igual que la foto es manipulado y artificial.

La programación solemne, seria, controlada, con cuerpos dóciles hace más fácil controlar, reglamentar, sujetar y homogeneizar las voluntades y fuerzas centrífugas de desviación, resistencia u oposición* que se puedan presentar (carnaval) respecto a los diversos centros, instituciones y aparatos hegemónicos.

Por otro lado, cuidado con depositar tanta fe, demandas materiales y esperanzas en Botnia que muchos ruegos no va poder satisfacer y cuando no lo haga y no pueda “comprometerse socialmente” el fetiche se puede transformar en chivo expiatorio.

En el momento que el piquete se levante ¿hacia donde estarán dirigidas las culpas de nuestra comunidad víctima de esta injusticia que justifica cualquier protagonismo y situación en base a este conflicto?

3) Según algunos estudios el carnaval es una representación cultural popular en tanto “forma e instrumento de concientización, politización y emancipación de las clases populares”*.

Se sabe que los indicadores económicos y sociales del departamento empeoraron dramáticamente desde el carnaval 2008 al 2009 por lo que no se iba a organizar un festejo “desde arriba” sabiendo que en estos ambientes se socializan y comparten opiniones, valores y actitudes poco redituables políticamente.

N
o es menor este argumento para el próximo candidato a la intendencia por el Partido Nacional que sabe que en una reelección las discusiones estarán centradas en los errores y aciertos de su administración anterior. Una reelección se transforma en un plebiscito, un debate en torno a la continuidad o no de Lafluf en la comuna en base a lo ya realizado.

4) En una lógica de dependencia y asistencialismo en la relación Estado-sociedad civil es comprensible que en diciembre exista solo una murga organizada.

No se educa para cambiar o para sembrar otras conductas sino que se reproduce el populismo disfrazado de planificación que tan bien les ha quedado históricamente después del neo batllismo a los partidos fundacionales.


En esa lógica cultural la culpa para las autoridades siempre la tendrán los murguistas.

Las murgas no cometen ningún pecado con sus presiones económicas hacia la Dirección de Cultura ya que andar haciendo la “plancha” -con autoridades nacionales y empresas trasnacionales- forma parte del ejercicio cotidiano de las máximas autoridades de Río Negro que son calificadas en su “¿gobernar?” como ejemplo para la comunidad (volveremos en el punto ocho a este tema).

En el fondo está en juego la relación Estado-mercado en nuestra cultura. Las consecuencias de la mercantilización del carnaval están a la vista. Recuerden los criterios cualitativos y cuantitativos para evaluar una política pública cultural esbozada en el artículo “yo pregunto a los presentes”.

5) Llama poderosamente la atención que el “chivo expiatorio” sea la crisis del sistema capitalista a la hora de justificar el gasto que tuvo la (des) organización del carnaval 2009. En ese sentido se observa que en el instante de buscar responsables aparece el sistema pero en el tiempo de las soluciones o simplemente de los diagnósticos el capitalismo es tema de “zurdos” o radicales.

Hace pocos días se juntaron las veinte economías más grandes del mundo para re fundar el capitalismo, ¿debemos esperar en los próximos años una nueva justificación de los problemas -culturales- del departamento basadas en una nueva crisis del sistema (que resultará inevitable)? ¿Por qué no re fundamos el socialismo?

“¿De qué depende que la cumbre del G20 sea un éxito?” le preguntaron los periodistas al ministro británico Gordon Brown, “de que ustedes la califiquen como tal” respondió.

¿De que depende que el gobierno de Lafluf sea un éxito? me pregunto desde acá…

6) Remarco que para el oficialismo no se cometieron errores, están convencidos de que esto “es lo que hay” y es lo mejor que tenemos sino “que vayan a Gualeguachú”.

No se percibe quienes fueron los responsables de organizar el presupuesto del carnaval ni el concurso oficial de agrupaciones, ¿que responsabilidad tienen los técnicos y que responsabilidad tiene los políticos? Falta una explicación técnica de lo sucedido en esta administración. ¿Qué responsabilidad tienen los privados?

C
arnaval, izquierda y lucha sindical en Río Negro.

7)Si quieren carnaval ordenado que vayan a Gualeguaychú”, señaló el edil del partido nacional.

Al respecto un teólogo del carnaval señala: “en la medida que se ha asociado el discurso carnavalesco a las prácticas culturales de las clases populares, estas nociones han tenido éxito en perpetuar la idea de la tendencia “natural” de estos sectores al caos y al desorden, a la manifestación espontánea y la rebelión desorganizada, y en definitiva, a su incapacidad de proponer (y mucho menos dirigir) nuevos modos de organización social- mas allá de quejas, farsas, burlas y parodias carnavalescas”*.

Por tanto, se generan dos ideas: la primera es que como el carnaval es desorden y caos no hay que organizarse; en segundo lugar, los murguistas (el pueblo) son incapaces de proponerse una buena organización.

8) Esta idea tiene desenlaces insospechados que repercute en el imaginario social fraybentino ya que asocia sectores de izquierda a nivel departamental con este perfil. Sobre todo cuando se la relaciona solamente a la crítica y a la queja sin poder ser vista como una izquierda que proponga un camino diferente, serio y que goce de buena reputación social (capital político fundamental) que le permita dirigir el departamento.

La izquierda para un gobierno municipal deberá medir sus dichos y luchas sobre todo si los reclamos son por el viejo y querido “incremento salarial” –municipal- ya que resultan ser reclamos abusivos (en una lógica de clientelismo político, dependencia y asistencialismo) que fomentan la imagen que tiene la gente de que son “incapaces de proponer -y mucho menos dirigir- nuevos modos de organización social mas allá de quejas, farsas, burlas y parodias…”* que no atacan las causas del problema derivadas de una administración pública que prefiere darle trabajo a la gente y no hacer obras públicas.

En todo caso si se lucha por mejorar el salario que no sea este el único reclamo de la izquierda (sobre todo al tener un espíritu asociado a la austeridad); que se luche y que sea mucho más visible otra batalla, que investigue y proponga un camino de organización política y social diferente porque sino estamos luchando por caminos trillados e ineficaces.

La desarticulación y fragmentación del Frente Amplio y los movimientos organizados se hace evidente en éste conflicto que se ha politizado en su lucha dirigida hacia la IMRN en su momento y fue dada vuelta magistralmente al ser incentivada por la derecha, la prensa y los changadores hacia ADEOM. “Divide y triunfarás”...

Por otro lado, dominar en política es muy diferente a liderar.

9) Dos luchas interesantes: una es re construir el espacio público (medio natural de la vida ciudadana), apoyar movimientos sociales y culturales que combatan el repliegue hacia adentro, hacia lo privado, “el insilio” y combatir el miedo, el silencio y terror que nos dejó la dictadura militar.

La dictadura “buscó la eliminación sistemática de las organizaciones sociales y políticas así como quebrar la integridad física, sicológica y emocional de las personas con actividad social y política consiguiéndose la destrucción del espacio público”*.

Pero lamentablemente (la segunda lucha) el proceso de refundación nacional (la fundación del Uruguay Neoliberal) supuso, así mismo, implantar en el país un conjunto de sentimientos, valores, afectos, ideas y sensibilidades: aceptación del orden de las cosas, despolitización, sumisión, delación, conservadurismo social-cultural, falta de solidaridad, concepción individualista y darwinista de la sociedad, concepción salvífica del libre mercado, fetichismo de la tecnología y de los bienes de consumo ,etc.*.

Por tanto, la izquierda si quiere “¿mover las raíces de los árboles?” tendrá que lograr cambiar ese Uruguay Neoliberal, una lucha mucho más compleja y larga que la reivindicación salarial.

Fuentes:

*Teología del carnaval l, ll y lll: las máscaras religiosas del teatro de los tablados, Gustavo Remedi.

Discusiones del carnaval en la Junta Departamental.

Matías Miñán

5 comentarios:

Ñato dijo...

A esta altura lo mejor es olvidarse del Carnaval como instrumento de culturaLos políticos y la intendencia dstrozan todo lo que tocan.

La autoflagelación hablando del desastre del carnaval, de los neoliberales, la dictadura, los políticos, el FA, los blancos, los colorados, como que es eso: autoflagelación. De ahí la depresión, mala onda, y soluciones complicadas. No vale la pena.

Hay un campo infinito -y celebro lo que hace esta barra de Heteroismo- en la pintura, la escultura, la música, el teatro, etc. etc.

Mejor inisistir en eso que en el Carnaval.

Un abrazo y a no deprimirse

Matías. dijo...

Me parece que técnicamente quienes se auto lesionan (física, estética o psicológicamente) sienten alivio o placer ante un dolor o sufrimiento.
Quiero decirle que al contestarle a su misiva me siento bien.
De todas maneras no puedo compartir la idea de que la depre o mala onda se derive de hablar de tal cosa....
Mucha gente habla de lo mismo, mucha gente no dice nada pero sin embargo se los ve alegre. (Como miente la gente).
Creo que un carnaval mal organizado, los efectos de la dictadura militar uruguaya o de la subjetividad capitalista neoliberal, prender la chimenea de un museo como una vieja alegre, andar en moto los domingos en la rambla, trucar una foto para aparentar (y leer estos artículos) produce depresión, mala onda y mucho más.
Si no se insiste en lo otro es porque los pintores, músicos, artistas tal vez estén deprimidos y seguramente la solución pase por cortarse un brazo, tomarse un litro de mac pay sin hielo, creer en el “mas allá” o hacer cosas para este blog.
Gracias por el diagnóstico, un abrazo y a no deprimirse ñato porque lamentablemente voy a seguir escribiendo más o menos lo mismo en las próximas entradas ya que no me produce siquiera un dolor de cabeza. Si decide seguir leyendo el que disfruta es usted.

Jos dijo...

Se trata más de ahondar en el presente histórico para señalar los puntos de inflexión del sistema concreto de políticas del departamento, que de una exposición depresiva. Lo de autoflagelación lo refuto: No hay dolor ni tristeza en la lucha por la Cultura, lo hay en el desplazamiento previo, en la exclusión. Lo que parecería que nos pedís es que solo actuemos a modo de vidriera.
Hablar del carnaval es necesario, y más necesario es escribir sobre eso. Para los que pensamos que el blog es una forma de mostrar lo que debe ser publicado como documento de crítica, estos temas son indispensables para comenzar una discusión alternativa a las interpretaciones sedentarias de quienes inútilemnte intentan representar al extenso y pluridimensional CAMPO CULTURAL con una foto alegre.

Mala onda es un término que nos boya Ñato. Por último, estas no son soluciones complicadas, apenas son interpretaciones, insistencias teóricas, posibles publicaciones que no debemos perder, ni mermar. El campo infinito es la Cultura. El campo finito es la lucha por una Cutura inclusora y diferenciada de interpretaciones predispuestas.
Muchas gracias por discutirlo, que tampoco es inútil.

El Deco Difica dijo...

Gente: me tomé el trabajo de recomendar a una psicóloga amiga que me diera un perfil y que profundizara en las carracterísticas más hondas de lo que refleja el pensamiento de los integrantes de este blog, más allá del trabajo individual, porque es un verdadero cuerpo doctinario con un fuerte contenido político, profundamente comprometido con la izquierda post frentista y que se mueve en torno al debate cultural.
Espero ansioso ese resultado, pero algo ya me adelantó y no es precisamente muy favorable, pero eso depende de la perspectiva y la visión particular de quienes para bien o mal intentamos ver "más allá". Hay un gusto amargo, irónico, pero sensible, tajante, comprometido y corajudo. Hay también soberbia, mesianismo y una excesiva creencia en la infalibilidad de vuestros juicios.
No tengo idea de la edad de quienes participan, pero los imagino entre los 20 y 30 años.
Me gusta la valentía de algunos enfoques y felicito a quienes arrojan luz en las zonas más oscuras de los rincones de la mediocridad. Me encanta cuando dicen las cosas en forma franca y directa, sin especular con posibles reacciones de personas que sin conocerlas porque no tengo el gusto de ser fraybentino, parecen ser verdaderos infradotados con micrófono o espacio en periódicos. El mensaje es universal y vale más allá de las fronteras de vuestra ciudad. Madre cruel, parafraseando a Falco.
La complacencia no juega en la cancha de Heteroismo y eso debe rescatarse.
Creo que deberían cuidarse en el momento de copiar y pegar. Algunos párrafos, demasiados en mi opinión, son fruto del copy-paste y el entusiasmo en vuestra cruzada por ganar espacio para una visión político - cultural que va mucho más allá de los estrechos márgenes de este gobierno tabarecista.
Se de lo que hablo, pero no quiero alimentar un debate que no corresponde en este momento. Habrà tiempo para ello. Creo que se tuvo una oportunidad inmejorable de cambiar de raíz en materia cultural y todo quedó reducido a planes con títulos vistosos, dineros a raudales y una bucrocracia de neto cuño stalinista que parece haber tomado ejemplo del más repugnante clientelismo de blancos y colorados, con amiguismos vergonzosos y fracasos habilmente tapados.
Por algo Luis Mardones se retiró a tiempo. Espero que el próximo gobierno frentamplista le de el lugar que le corresponde para que una correcta conducción de la cultura, sea el espacio por el que luchamos durante décadas, para darle carnadura a sueños que siguen sin materializarse y un aparatoso ministerio de Educación y Cultura que sigue arrastrando su pesadez burocrática y sus peores vicios.

Anónimo dijo...

La foto no es trucha. Digo trucha en el sentido que no hay photoshop ni cortar y pegar.

Lo que hay es una técnica que en este tema de Botnia empezó por ser usada por fotógrafos argentinos para mostrar que Ñandubaysal estaba "pegado" a Botnia, cuando con una simple pasada por el google earth se puede comprobar que está a 13 km y que desde Ñandubaysal se ve más grande la chimenea del Anglo que la de Botnia.

La técnica consiste en alejarse suficientemente del objeto y usar teleobjetivo. Con eso los elementos que quedan "lejos" parecen acercarse.

Es lo que hay, y en lo que a mi respecta la arquitectura de Botnia -los finlandeses de Alvar Aalto para acá son líderes- se integra armoniosamente con la imagen fraybentina.

Creo que la foto es de Bertinat. La fotografía -así como la arquitectura industrial- también es arte muchachos.