Poemas

Nos cruzamos

En esta mesa rústica y desperdigada debo decirte,
abombado por el nostálgico desplazamiento de la repetición,
que nos cruzamos
como el
búho con los silos,
como las grúas del puerto del Anglo, como el esclavo con la idea,
como las
viejas y pequeñas vagabundas
que arrastran los carritos antiguos de las compras
y duermen en las galerías junto a perros seculares.
En las fábricas, con tentación de conjetura,
como la
tez con la calle, como
el carnívoro incienso de una piel cardíaca
y desolada. Como el cartílago metálico de las
cámaras de alimentos. Nos cruzamos
como el
brazo y la bisagra, como el terrón con el beso,
como el amor inhumano. Como la bomba y el hueso,
como la espuma del perro,
como el
ascua overa de las pandorgas
con la férrea primavera,
como el alambre y un pueblo
en una lengua esquizoide,

pero nos cruzamos
tabiques adentro de trenes irritantes
desmenuzando el surco del dolor que fuimos,
albergando disidentes con pastoreos extensos
en el centro de la mitad
de la tristeza humana que une.

José Jorge