José Jorge: Ningún verso cobarde

INTRODUCCIÓN: EN EL CAMINO

La reunión del pasado lunes 14 de diciembre de 2009 fue de capital importancia para hacer una honesta lectura del grupo. Cada integrante con sus motivaciones propias y su fuerte arraigo a la idea del trabajo conjunto y la independencia creadora, nos delega una cualidad: la persistencia. No es propiedad del grupo una simple confluencia, sino una relación humana comprometida con la cultura y las realidades culturales en el tiempo.

Todo el grupo participará en el encuentro de Paysandú, de una u otra manera, cada uno aportando de su experiencia la cualidad imprescindible que le es inherente dentro de la especialización de su formación cultural en el marco de una organización grupal integradora. El engranaje participativo ya está en marcha.

Partamos de una observación sencilla, el blog es la revista independiente del grupo. Heteroismo es un grupo de intervención e intercambio artístico cultural, que contiene entre sus participantes una variada gama de ramas y espectros del arte y la cultura que mantienen su creación independiente y sus finalidades en el cauce propio y en el grupal aislado o armónico. Es un grupo multidiscilinario heterogéneo y diverso, con posibilidades de permanencia cultural independiente.

Nuestras futuras participaciones en FM Libre, son consideradas parte de un proceso de intercambio de pequeñas comunidades culturales (concepto de participación dinámica). En esta línea supongamos que la comunidad cultural que consideramos por excelencia es el barrio (partiendo de allí el barrio tiene todas las cualidades y características para ser la comunidad cultural tipo), mucho más marcado en el interior, en las ciudades y pueblos, y en los barrios alejados de los centros urbanos concentrados. Hay que activar los mecanismos de los barrios que poseen en sí mismos la articulación social necesaria, fragmentada en parte, pero que conserva latente esa posibilidad de integración cultural única, que implica desde el cuidado mutuo (salud, hasta educación) hasta la descentralización de la seguridad social y la participación e intercambio de todos los conocimientos posibles de la cultura diversa. Muchos barrios son un ejemplo dormido de comunidad cultural integral.

Esta observación agrega un dato interesante a la historia de los posibles grupos artísticos-culturales heterogéneos del Departamento, grupos con pretensiones independientes, que intentaron escapar a la quietud del campo de poder cultural de estructura y difusión anquilosada, impedidos de poder cumplir más que con un mínimo estado de conservación y dinámica. Otros, debieron resistir en la manera autónoma, y otros se fundieron con el trabajo de las instituciones gubernamentales del departamento recibiendo el infortunio de una mala administración o deviniendo en empleados públicos.

Basados en experiencias anteriores y observaciones de posibles grupos culturales alternativos, reunión, proyectos de diversa índole que procuraron introducirse sin medios propios en el campo de poder cultural de nuestro departamento desde hace ya casi diez años, podemos afirmar que el momento de entrometerse naturalmente como actores culturales ha llegado. Y la afirmación es quizá menos mesiánica, como se ha catalogado alguna vez a nuestras intenciones, y más que doméstica. Su significado es más compartido y constructivo que un evangelio cultural (que sí ejercen los medios de comunicación masivos-comerciales) y se manifiesta en la quietud ridícula de instituciones culturales que utilizan la palabra cultura ostentando su paternalismo patético contra-integrador y contra-comunitario, con su hiperbólico disimulo público.

Nuestra idea era en principio establecer un contraste y una acotación para tratar de no caer solo en las reflexiones espontáneas, sino en los pequeños trabajos de análisis que deben irrumpir en nuestro medio algún día, de manera más contundente para ir estableciendo espacios móviles donde fluya algo del otro que también somos nosotros.

El camino que debamos transitar con respecto a la participación cultural nos legará una mínima y fundamental enseñanza: el archivo es imprescindible para evitar la dispersión y fragmentación de la diversidad cultural de nuestro departamento. Este elemento, vestigio directo de estar dentro de las huellas, no solo revaloriza la espontaneidad de la comunicación responsable (esto es, justa en su diversidad), sino que la prioriza como posible formación. Los elementos con carácter de archivo deben servir para pensar la historia que se está dando y resignificar la dada. Aliento que formula la paciencia del hábito de estudio y la reflexión no ingenua ni apurada sobre la relación entre la dinámica cultural y los contenidos culturales.

Es un buen momento para poner en práctica y ejercicio el carácter de alternativo, la voz del otro que, solo por ser nativo de un ambiente extranjerizado por las estructuras informativas, se encuentra desplazado 1) por la monotonía del poder que no puede reconocerse como tal porque está cristalizado en la palabra, 2) por la selección bizarra de nuestros medios locales, 3) por la seducción de la promesa comercial que nos dibuja todos los días el contorno de una sociedad en la que no existimos realmente, como no existe todo aquél desplazado que sonríe sin motivos la embestida de instituciones y medios, representación que debemos contrarrestar con las luchas culturales.

Cuando un grupo cultural se piensa fuera de su tiempo, fuera de sus lugares, fuera de sus pueblos termina por pensarse dentro de sí y la sobre-conciencia repetitiva de sus objetivos desarticula hasta sus propias diferencias internas. En el caso de nuestro grupo las diferencias de opinión o de marcos, queda sugerida de antemano por la independencia de los conocimientos y tendencias de la creación propia.